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02/05/2020

Gestión de residuos sólidos en tiempos de COVID-19

Gestión de residuos sólidos en tiempos de COVID-19

¿Qué medidas deberían adoptar los establecimientos de salud que atienden casos de COVID – 19? , esta y otras interrogantes responde Alberto Huiman Cruz, Doctor en Ciencias Ambientales, experto Internacional de Residuos, y Docente del INTE – PUCP.


¿Cuáles deberían ser las prioridades en el manejo de residuos sólidos del ámbito municipal en la situación de Emergencia Sanitaria que vivimos?

Considero que hay diez prioridades:

  1. Generar dispositivos legales sectoriales para garantizar la adecuada prestación del servicio, generando condiciones de seguridad hacia los trabajadores de limpieza pública. Se supervisa, fiscaliza y sanciona sobre la base de normas, no vía redes sociales o streaming.
  2. Desde el Gobierno Central dotar de recursos económicos para garantizar que las municipalidades continúen con la prestación del servicio.
  3. Priorizar la capacitación permanente a los trabajadores de limpieza pública, sobre la manipulación de los residuos que recogen en los domicilios, dotarlos de Equipo de Protección Personal (EPP) verificando su uso, e implementar protocolos de bioseguridad en los talleres de maestranza que sean de estricto cumplimiento; cuando llegan a dicho establecimiento para iniciar su labor y cuando se retiran.
  4. Informar a la ciudadanía en general, utilizando los medios de comunicación del Estado y apelando a la Constitución Política para los medios privados, sobre la diferenciación en la recolección y transporte de residuos generados en viviendas de pacientes positivos por COVID – 19 y ciudadanía: Para el primer caso (infectados en casa) no es recomendable hacer segregación en la fuente, por el contrario todos los residuos deben ser almacenados en una bolsa plástica previamente rociada con lejía, luego cuando la bolsa esté al 60% del contenido, debe ser amarrada con doble nudo y rociada con lejía por el exterior, finalmente debe colocarse dicha bolsa en una segunda bolsa también amarrada y rociarla con lejía en el exterior. A fin de disminuir el riesgo de exposición del trabajador de limpieza pública que recepcione dicha bolsa, recomendaría que la bolsa sea entregada 72 horas después de haberse generado los residuos. Para el segundo caso (no infectados) debe segregarse los residuos, pero ante la supresión de la recolección selectiva los materiales comercializables limpios (plástico, chatarra, papel y cartón y vidrios) deben ser almacenados limpios en un lugar específico de la vivienda hasta que las condiciones permitan la restauración del servicio. Los residuos inservibles deben ser entregados al vehículo recolector respetando los horarios establecidos.
  5. Informar a la ciudadanía que los guantes, mascarillas, mamelucos, y demás protectores utilizados para salir de sus viviendas durante la cuarentena, son residuos que culminada su vida útil deben ser desechados como inservibles. No son reciclables porque ya tuvieron contacto con el cuerpo de una persona.
  6. Respecto a la etapa de disposición final, debe existir supervisión para asegurar que el confinamiento es inmediato y que la maquinaria utilizada sea debidamente desinfectada. De similar modo las unidades vehiculares deben ser desinfectadas en su interior culminada la descarga.
  7. Existe la necesidad de aplicar las pruebas moleculares a los trabajadores de limpieza pública (sean municipales o de Empresas Operadoras de Residuos Sólidos) y para sus familias, a fin de conocer la cifra real de los infectados, y que el Municipio tome las medidas de contingencia necesarias para controlar los contagios, tomando las medidas descritas que disminuyan el riesgo de contagio.
  8. Documentar los hechos y colocarlos en el Sistema de Información de Gestión de Residuos (SIGERSOL) del Ministerio del Ambiente, que permita generar datos para la toma de decisiones, del presente y para las que vendrán. Por otro lado, es prioritario desarrollar indicadores que midan la eficiencia de las medidas tomadas y la aplicación de dichas medidas por los municipios.
  9. Crea un bono económico para el trabajador de limpieza pública infectado por COVID – 19.
  10. Destinar un porcentaje de los recursos reservados por el Ministerio de Economía y Finanzas para el cumplimiento de la Meta del Programa de Incentivos Municipales, para efectuar mejoras en el servicio de limpieza pública, siempre supervisadas por Contraloría. 

¿Qué medidas deberían adoptar los establecimientos de salud que atienden casos de COVID – 19?

Lo primero es recoger los residuos generados en las viviendas de los pacientes positivos por COVID – 19, pero como se encuentran en sus viviendas, el proceso debería ser realizado por una Empresa Operadora de Residuos Sólidos autorizada y deben encargarse de la totalidad de los residuos generados en sus instalaciones sin recurrir a servicios municipales para evitar la contaminación cruzada.

Desechar los EPP de usos médico como residuos biocontaminados en bolsas rojas y, desde el Gobierno Central, dotar de recursos económicos para garantizar que las Direcciones Regionales organicen el tratamiento y la disposición final segura de los residuos Clase A: Biocontaminados, generados en los establecimientos de salud a su cargo. Rociar con lejía las bolsas rojas que contienen residuos de pacientes infectados por COVID – 19, en su interior y exteriores. 

Es importante supervisar, fiscalizar y sancionar el incumplimiento de la Norma Técnica de Salud N° 144-2018.MINSA.

¿Es un error no contar con especificaciones normativas? ¿Tenemos infraestructura de disposición final suficiente?

No contamos con especificaciones para esta situación, es el momento de generarlas. Los errores se enmiendan, el problema no es equivocarse, el problema es no enmendar. Es el momento que los sectores ambiente y salud generen especificaciones normativas.

Las infraestructuras de disposición final de residuos pueden ser de cuatro tipos: (1) Relleno sanitario (residuos del ámbito municipal), (2) rellenos de seguridad (residuos peligroso) (3) Rellenos mixtos (puede incluir residuos del ámbito municipal y no municipal), y (4) Escombreras (residuos procedentes de actividades de la construcción y demolición). La suma de los tres primeros tipos da 52 infraestructuras, el cuarto caso, al día de hoy no existe ninguna escombrera.

En Perú existen 1874 municipios y 1585 botaderos (1345 botaderos con menos de 01 ha de área, 184 con área que oscila entre < a 5 a 1 ha, 40 con área que oscila < a 20 a 5 ha, y 16 con más de 20 ha de área); es decir la expresión «un distrito un botadero», no es ajena, pero lo grave de la situación es que en muchas de las 52 infraestructuras la operación no es adecuada, han colapsado o ha culminado su vida útil; en consecuencia la dotación de infraestructuras sigue siendo un problema sin resolver. Es necesario reducir la brecha con infraestructuras para conglomerados poblacionales, y aplicar los principios de economía circular y valorización de residuos para atacar el problema desde el origen.

Por otro lado, los futuros rellenos sanitarios deben contar con una celda de seguridad para que se dispongan residuos peligrosos o de situaciones atípicas como la generada.

En los últimos años, varios distritos como Comas y San Martín de Porres fueron declarados en emergencia sanitaria porque colapsaron sus sistemas de recojo de basura; en estado de emergencia ¿este problema ha aumentado? ¿se puede pensar en un plan para apostar más por el reciclaje y aprovechamiento de residuos?

Uno de los problemas fundamentales es la morosidad poblacional por el pago de arbitrios de limpieza pública, la subvención municipal que debe hacerse para continuar con la prestación del servicio, la corrupción de funcionarios y la informalidad.

Al hecho descrito se suma el conflicto normativo que existe entre el Decreto Ley N° 25988, Ley de Racionalización del Sistema Tributario Nacional y de Eliminación de Privilegios y Sobrecostos, y el Decreto Legislativo N° 1278, Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos; porque la primera, impide la celebración de convenios entre municipalidades distritales y empresas prestadoras de servicios. La celebración de estos convenios traería un mecanismo alternativo para la cobranza, que por obvias razones en la circunstancia de Emergencia Nacional ha sido suprimida.

Vemos a muchas personas quejarse porque ahora los recicladores «no pueden trabajar», ¿cómo se podría garantizar que se haga un recojo seguro, puesto que hemos visto que muchos trabajadores de limpieza ya están contagiados?

Esperar. Hoy nos da pena que la gente no tienen recursos, mañana nos dará pena la vida perdida. Asimismo, un paciente asintomático o que desconoce que está infectado es un vector y puede generar un riesgo para las ciudades. No puede ni debe ponerse a esta población en riesgo, las consecuencias pueden ser fatales.

¿Cuál debería ser la hoja de ruta en la gestión de residuos luego de la cuarentena?

Hay tres niveles que deben trabajarse en paralelo:

  1. Nivel Macro: Generar políticas públicas e incidencia en estas.
  2. Nivel Meso: Generar actitudes y percepciones de los consumidores ante el problema de los residuos sólidos, es decir construir ciudadanía ambiental sobre la base del capital social
  3. Nivel Micro: Promover economías locales sostenibles, valores, y cambio de actitudes.