Entrevista a la Dra. Pepi Patrón, vicerrectora de Investigación de la PUCP, publicada en la revista Caretas a propósito de la serie Tolerancia, último título del Fondo Editorial de nuestra casa de estudios.
Pautas de Concordia
La tolerancia en todas sus formas. De conferencias a las páginas de libro Tolerancia, ética y política.
La tolerancia nace de la mano del liberalismo, de la idea de que se puede pensar diferente, creer en cosas distintas y convivir sin dañarnos. Es un concepto que comenzó en lo religioso y ahora está en lo cultural, pasando por lo social y lo racial”, explica Pepi Patrón, doctora en Filosofía y Vicerrectora de Investigación de la PUCP.
En el año 2004, la Universidad Católica fue el punto de encuentro de más de mil ponencias de países como EE.UU., México, España, Perú, Argentina, etc., con motivo del XV Congreso Interamericano de Filosofía y el II Congreso Iberoamericano de Filosofía, cuyo eje principal fue el tema de la tolerancia. Como resultado de debates que también resaltaron la multiculturalidad, el racismo y la filosofía, nacieron tres tomos llamados Tolerancia (y dos en camino), publicados por el Fondo Editorial de la PUCP. Pepi Patrón, editora del tercer tomo Tolerancia, ética y política –junto a Ciro Alegría Varona y Fidel Tubino-, comenta sus páginas, no sin antes resaltar la relación sustancial que la tolerancia mantiene con la propia memoria.
–¿Por qué debatir sobre tolerancia?
–Creo que es una virtud cívica de convivencia fundamental. Es una manera de ser ciudadano y, en la tarea de construir ciudadanía, la tolerancia resulta vital para hacerlo.
–¿Qué relación guarda la tolerancia con la religión?
–Actualmente mantiene una relación tensa, en el marco en que ésta tome formas fundamentalistas. Ha habido debates muy intensos, por ejemplo en Francia, donde se prohibió el uso de signos ostensibles de religiosidad como el velo, una cruz muy grande o la kipá judía en las escuelas por ser un espacio de formación de ciudadanos iguales.
–¿Y con la cultura?
–El Perú acaba de aprobar la Ley de Consulta Previa, que va dirigida a comunidades originarias con otra cultura y vínculo con la tierra, y así se manifiesta el deseo de respeto a esa otra manera de pensar. Hablar de tolerancia es fundamental en un país como este, tan racista y fracturado, y sería un buen ejercicio de virtud pública. La idea principal es el reconocer las diferencias y respetarlas, mas no borrar el derecho de crítica.
–¿Cuáles son los límites de la tolerancia?
El gran límite de la tolerancia es la intolerancia. Existe el derecho a reconocer prácticas comunes y su ser distintas no las convierte en justificables. Cada cultura, sociedad o generación buscará cuáles son esos límites mínimos que deben existir, por ejemplo los Derechos Humanos o la Constitución. El tema es cómo los busca. La tolerancia implica diálogo: expresar desacuerdos de manera argumentativa y razonable. (Ailen Pérez)
Publicado en Caretas Nro. 2202, del 13 de octubre del 2011.
