La PUCP considera necesario aclarar las imprecisiones e inexactitudes contenidas en los siete puntos del comunicado que publicó esta semana el Arzobispado.
El Consejo Universitario, reunido en sesión ordinaria de la fecha, se dirige a la opinión pública para aclarar y rechazar las expresiones, imprecisas e inexactas, vertidas por la Oficina de Comunicaciones y Prensa del Arzobispado de Lima en un aviso el 8 de junio del 2009.
1. El Arzobispado de Lima se atribuye un encargo que don José de la Riva-Agüero nunca le dio: el testamento solamente dispone que el Arzobispo de Lima nombre a un integrante de la junta administradora de los bienes de su herencia. Por ello, la Universidad Católica ha interpuesto una acción de amparo contra el señor Walter Muñoz Cho, designado por el Arzobispo de Lima, pues pretende ilegítimamente administrar bienes privados, heredados y adquiridos por la Universidad. De otro lado es importante remarcar que nuestra casa de estudios no tiene litigio alguno con el Arzobispo de Lima.
2. Deploramos el lenguaje belicista del comunicado del Arzobispado de Lima pues expresiones como “esta nueva derrota” no corresponden con el espíritu de las instituciones involucradas y menos con la realidad: con las sentencias judiciales se cierran etapas sucesivas de un proceso que no ha terminado, pues corresponde al Tribunal Constitucional pronunciarse en última instancia.
3. Rechazamos que se acuse a la Universidad de “falta de transparencia”: sus cuentas se hacen públicas en la memoria anual y se presentan ante la Asamblea Universitaria en la que participan cinco representantes del Episcopado Peruano junto con autoridades, profesores y estudiantes. Además, la PUCP somete su gestión anual a auditoría externa por prestigiosas entidades internacionales. Demostración clara del buen uso de los recursos es el reconocimiento internacional que recibe nuestra casa de estudios como la única universidad peruana entre las veinte más prestigiosas de América Latina.
4. Lamentamos que el Arzobispado de Lima refiera, fuera de contexto, una carta de la Conferencia Episcopal Peruana que esta misma guardó en la reserva del remitente y del destinatario: nos vemos obligados a señalar que el Rector contestó la carta en mención con fecha 13 de mayo del 2009 , guardando la misma reserva.
Tras esta argumentación, se pone en evidencia la intención de controlar la Universidad y no de cumplir —como públicamente sostiene el Arzobispo de Lima— con un deber jurídico que ni los testamentos ni la ley le reconocen. Lo que está en juego es mucho más que el manejo de bienes. Se trata de un intento por controlar la Universidad administrativa y académicamente y la comunidad universitaria está abiertamente en contra de este intento de intervención.
El proceder de la Universidad Católica es consecuente con un modelo de universidad que reconoce su identidad católica, practica la autonomía universitaria con ética y dispone legítimamente de la propiedad privada para seguir brindando un servicio de educación superior y cultura para todos.
Lima, 10 de junio del 2009
El Secretario General
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
